Artículos Literarios





LOS CAMINOS DE LA PERFECCIÓN 

EL EVANGELIO DE LA NATURALEZA. 



Si el sol, el agua o una flor son capaces de decirnos grandes cosas, ¿podríamos imaginar las enormes grandezas que nos podría decir un hombre cuando su conciencia ilimitada aflore? 

Podemos aprender cosas importantes observando la naturaleza. El árbol por ejemplo es tan noble, da frutos, da sombra, da flores y aún ya viejo da leña, pero jamás se queja. Nos enseña así a ser tolerantes y generosos. 

Y si observamos las características del agua podemos aprender de ella un comportamiento ideal para seguir progresando hacia la perfección. 

Observando las características del agua podemos aprender un comportamiento ideal para seguir progresando hacia la perfección. 




LAS ENSEÑANZAS DEL AGUA 

El agua emite al caer un agradable sonido, se adapta sin dificultad a los contenedores en los cuales se derrama, circula y se amolda dócilmente al nuevo lugar sin cambiar sus propias características. 

Así este maravilloso y cristalino líquido nos enseña el arte de adaptarnos al tiempo y a las circunstancias. 

Muchas veces nos encontramos frente a cambios violentos, pero si pacientemente nos permitimos fluir adoptando la mentalidad que el cambio requiere, nos veremos enriquecidos por una nueva experiencia. 

También, al igual que el agua podemos emitir el relajante sonido que resulta de pronunciar palabras que digan la verdad. 

Todos hemos visto algún riachuelo solitario que viaja sorteando los variados obstáculos y que trata de seguir su curso hasta llegar al océano. De entre estos diminutos arroyos, muchos por diversas circunstancias terminan siendo absorbidos por los suelos resecos o evaporados por el ardiente sol. Otros más afortunados encuentran un río en el que desembocar, o bien se unen a ellos muchos otros arroyos que se desplazan hacia el mismo destino y todos juntos forman un caudaloso río capaz de correr con mayor fuerza y rapidez. Juntos salvarán fácilmente los obstáculos, suprimirán con la unión de sus aguas el peligro de desaparecer absorbidos por la sequedad de la tierra, o por la intensidad del calor, y avanzarán con gran velocidad hacia su destino, el lejano océano. 

Del mismo modo hay personas que se adentran solitarias por algún camino espiritual y que se ven sorprendidas por la resecante acción de la ardiente atmosfera materialista de esta época, la cual endurece nuestro corazón y debilita nuestra determinación impidiéndonos lograr el éxito en el viaje a nuestro último destino . 

Siguiendo el ejemplo del agua, podríamos aprender a fluir sin oponer resistencia a los obstáculos, siendo indiferentes a ellos, evitándolos para no perder tiempo ni energía, tal como el agua sortea las rocas y los troncos. 

De ese modo podremos seguir confiados nuestro camino con la compañía y la ayuda de otras personas que como nosotros están comprometidas en la gran aventura del regreso a Dios y tendremos la esperanza de que al coincidir se multiplicarán las fuerzas y se agilizará la marcha. Con la fuerza de la unión pronto podremos alcanzar el océano de felicidad, nuestra relación con el Ser Supremo. 

De las múltiples virtudes del agua, podemos tomar como ejemplo la que muestra al adoptar la forma de hielo, que permanece en las montañas durante meses y se disuelve luego muy lentamente a pesar del fuerte sol, para que todos la utilicen, la tierra y los seres vivos, evitando al mismo tiempo la catástrofe que supondría un repentino deshielo. 

Este genial comportamiento del agua también podemos adoptarlo nosotros. Es semejante a la actitud de los grandes maestros u hombres sabios que pueden derramar sobre los jóvenes el conocimiento almacenado y adquirido por el paso del tiempo. 

Una de las maravillosas cualidades del agua que podemos adquirir es sin duda, la de su pureza. El agua es clara, transparente, y tiene la cualidad de limpiar. Como ella podemos aprender a ser cristalinos, puros, sinceros y a no tener nada que ocultar en nuestras vidas. 

Otra cualidad del agua es la de disolver y transportar elementos y sustancias convirtiéndose así en un excelente vehículo para llevar a todos los cuerpos los alimentos necesarios para la vida, al proporcionar a cada célula la ración que necesita. 

Nuestra hermana agua, como diría San Francisco es verdaderamente prodigiosa. Desafía y vence la fuerza de la gravedad elevándose por el interior de árboles gigantescos sin ninguna bomba o motor que la impulse, y lo hace subiendo hasta la más alta de las ramitas, llevándole la humedad y los minerales que necesita y que servicialmente acarreó desde el profundo subsuelo, salvándolas a sí de perecer. 

Las personas que desean progresar en el camino de la perfección pueden reparar en estas grandes lecciones que con su ejemplo nos da el agua y como ella, ser capaces de asimilar en sí mismo el conocimiento del alma y de la ciencia de Dios, el creador de todo lo que existe. Tal como hace el agua de distribuirlo y difundirlo para el beneficio de todo el mundo, compartiéndolo con los demás seres que nos rodean. 

Ya sea que provenga de ríos, fuentes, mares o cascadas el agua es el mejor ejemplo del servicio alegre y desinteresado para todos los seres vivientes. 

En realidad……. ¡tenemos tanto que aprender del agua! 



                                       



















LOS  SENDEROS  DE  LA  PERFECCIÓN

DIOS EN SU REFLEJO

Existe un verso en el  libro sagrado de la India llamado Srimad Bhagavatam o la bella historia de Dios. Este verso dice: "Alguien que busca la Verdad Absoluta deberá buscarla de esta forma; en todo momento, en todo tiempo, en todo espacio y tanto directa como indirectamente."

Este verso indica la universalidad del servicio devocional a Dios. Nada  constituye un obstáculo para ejecutar tal servicio a Dios. Solo lo puede obstaculizar nuestra propia aceptación de la ignorancia.

En este verso se describe también la intensidad con que se  debe buscar tal verdad, tal como exhorta el Señor Jesús en el primer mandamiento a dirigir nuestros sentimientos, nuestra fuerza y nuestros pensamientos, hacia  la Verdad Suprema.

En el verso que hemos citado en el comienzo, dice que uno debe buscar la verdad de forma directa e indirecta.

En una ocasión que me encontraba participando en un retiro espiritual en Vrindavan, una maravillosa cuidad de la India, estaba delante de un maestro genuino y le hice una pregunta respecto a este verso, le dije ¿A qué se refiere cuando dice el texto de buscar a Dios indirectamente? Ya que yo daba por sentado que directamente se refiere de persona a persona, sin duda.

El me respondió que indirectamente se refiere a verlo a Él a través de Su naturaleza, Su creación, que es lo que en nuestra primera etapa espiritual vemos .Ver a Dios en un reflejo es purificante para la mente, puesto que Él es "pavitram" lo más puro, incluso Su recuerdo libera de la ansiedad.

Así que esta vez me gustaría compartir el hecho de observar la naturaleza que es un milagro que incluso asombra a los hombres más geniales y sabios.

Uno de los nombres con los cuales se designa a Dios es  "Achintya" o inconcebible, y realmente podemos observar que cualquier fenómeno de la naturaleza es también inconcebible.

Puede darnos la impresión que lo concebimos todo o que lo comprendemos todo, pero toda la  creación  proviene del plano extraordinario trascendental, que está más allá de nuestra lógica o capacidad de entender. Así que , desde la plataforma en la cual nos encontramos, o sea el plano ordinario, damos por sentado que comprendemos y controlamos fenómenos que son incomprensibles y podemos decir presuntuosamente, "sí , si tengo el tiempo controlado, llevo la hora correcta, o podemos incluso decir que la división celular sencillamente es una ordinaria mitosis donde se reducen los cromosomas y eso es natural, o podemos concluir, lo ordinario que es una metamorfosis de alguna oruga que se transforma en mariposa, y así toda nuestra naturaleza es vista de forma vulgar y corriente.

Por desgracia, por nuestra propia voluntad,  por celos o envidia, no podemos ver lo extraordinario y lo inconcebible de la vida, pero esta es una de las formas de ver indirectamente las diversas cualidades de esta divina Verdad Absoluta.

Sería interesante, antes de echar una mirada a los aspectos extraordinarios de la naturaleza, mirar las inteligentes cinco vías que  descubrió Santo Tomás para tomar más conciencia  acerca de la naturaleza que posee el origen de todas las cosas.

Solo repasaremos dos vías de las cinco  que explicó Sato Tomás.  El intenta algo difícil y muy ingenioso que es mostrar con lógica la presencia de Dios detrás de cada particular objeto.

La primera vía es conocida como la prueba del movimiento basada en la doctrina de Aristóteles acerca del primer motor.

La idea es que este mundo fenoménico de innumerables variaciones no se explica así mismo. Lo sintetizaremos comprendiendo que una cosa no puede ser movida y motriz al mismo tiempo. Lo que se mueve  es siempre movido por otro motor .

El santo explica y demuestra que cuando pasamos de una cosa movida a la cosa que lo movió y de esta a la que lo puso en movimiento, este procedimiento no podría extenderse al infinito, pero necesariamente llegamos a la existencia del motor inmóvil, el cual es de diferente naturaleza que los otros, este motor independiente y autosuficiente es la causa distante de cualquier movimiento, la causa remota o si queremos llamarlo el original mando a distancia.

La segunda vía es llamada la prueba de la causalidad, plantea el hecho de que en nuestro mundo visible la conexión entre lo presente, lo pasado y lo futuro tiene explicación solamente si aceptamos el principio de la razón de la causa eficiente. Pero una cosa no puede ser la causa eficiente de sí misma, por lo tanto una cosa tiene una causa eficiente que es distinta a sí misma. Esta tendrá a su vez su propia causa, y siguiendo así se genera una trama casi infinita de causas,  las cuales finalmente llegan a ese insondable océano que es la causa última eficiente que en sí misma es la causa de todas las causas, que en sanscrito se dice "sarva karana karanam". Por lo tanto todo lo que emana del inconcebible también es inconcebible.

Cualquier cosa que analicemos, nuestro padre, la pluma con que escribimos, y lo que digamos , viene de otra causa y cada cual tiene una causa inmediata y remota. Podemos ver, mejor que antiguamente, que en la naturaleza existen sistemas completos, interrelacionados unos con otros, supliéndose así sus cíclicas necesidades, sistemas ecológicos ordenados e inteligentes, y una concepción de leyes matemáticas y físicas que abarcan todo el uni-verso.

Los objetos de la naturaleza aun que por ser pura materia no saben en sí mismo su objetivo, sin embargo tienen un comportamiento que comulga con una perfecta finalidad. Todo está gobernado por reglas bien definidas. El orden existente en la naturaleza es muy bien intencionado pues obedece a un solo y único plan.

Los matemáticos de nuestro mundo recibieron inspiración en sus pensamientos y concibieron leyes matemáticas. Usando esta misma inspiración podemos deducir una súper-mente análoga a nuestra mente coordinándolo todo dentro y fuera.

Vemos las intenciones de los movimientos de la luna, del sol, de los cuerpos, de los ojos, de las bocas con sus voces y así mismo vemos que todo tiene un mismo sentido. Podemos concluir esto de la misma forma en que un hombre descubre las intenciones de otro.

Un padre jesuita y científico concluía que si el mundo no fuera la expresión de una inteligencia, no podría existir ninguna ciencia.

Una conciencia despejada permite que su ojo espiritual pueda ver, sin purificar esa conciencia  no puede ver, mirará como un bebé que mira pero no ve. 
En la medida que desarrolle su conciencia podrá ver algo mas, pero la propia conciencia purificada puede ver realmente a Dios en todas las cosas y esta es la forma de verle a Él indirectamente.



2 comentarios:

  1. El pensamiento teologico occidental, aristotelico, ilustrado y racionalista ha convertido la experiencia trascendental , más que en un proceso de evolución espiritual, en un objeto del análisis critico de la razón.

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  2. Aravinda; Creo que es válido el pensamiento teológico occidental. Dios nos facultó con una extraordinaria mente pensante y un fino intelecto. Sin embargo, esto no es suficiente. Es elemental un trabajo consciente en el camino del servicio amoroso al Señor. Es en este servicio de carácter inmotivado e ininterrumpido lo que hace posible atraer la misericordiosa mirada del Ser Supremo. Solo entonces se nos podrán abrir las puertas de todos los misterios, para sumergirnos en la dicha eterna de esa experiencia trascendental en el camino del servicio amoroso al Señor.

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